Gran amigo y benefactor de nuestra Cátedra, hombre de extraordinarias inquietudes y mejor disposición, Lavorí (h), que bien puede llamarse un "hombre politécnico", ha sido elegido en forma unánime por todos los integrantes de Psicofisiología en el pleno convencimiento que nos aportará muchísimo. Como por otra parte lo ha venido haciendo en las últimas décadas, claro que desde un lugar mucho más discreto. Ahora se viene con todo. Lavorí (h) es una de esas personas que "han estudiado todo"; por eso, sus detractores no vacilan en denostarlo vociferando "por estudiar todo, no ha estudiado nada". Los que lo conocemos íntimamente sabemos que él, independientemente de que en los últimos años ha empeorado mucho de su VIII par craneal, hace oídos sordos a tales diatribas. Desde joven se aferró a sus ideas y hasta hoy sigue su camino. Al estilo de su admirado Theophrastus Philippus Aureolus Bombastus von Hohenheim. Lavorí (h) cuenta que los muchachos del barrio no quisieron saber nada cuando propuso este nombre para un equipo del "baby fútbol". Rápidamente explicó que se trataba de un tipo muy interesante que se hacía llamar Paracelso. Lauchín, uno pibes del equipo, que no sabía hacer la letra "o" con la copa, hoy dueño de una poderosa agencia de automóviles importados, exclamó horrorizado, "Pará Celso !!!". Desde entonces nuestro amigo y benefactor, astutamente, tomó ese seudónimo. |